[…] Llego algo acelerado y allí está ella esperándome. Por la expresión de su cara percibo que se alegra de verme, nos damos dos besos calurosos y siento como ella percibe mi calor corporal. Quedan 2 minutos para empezar. Me pone un mando en la mano y me da una entrada con mi número de asiento. Entramos rápidamente y es cuando me doy cuenta que estamos separados por varias filas, eso sí, tengo una vista inmejorable de ella. Nos cruzamos la mirada y es como si leyera mi pensamiento; me ruborizo pensando que mi cara en ese momento transmite deseo, pero ella me guiña un ojo y se gira. La presentación del libro "1+1=3" está a punto de comenzar. Empiezo a prestar atención, pero cuando avanza la presentación y veo de lo que va el libro (temas de marketing y finanzas aplicadas al negocio de adultos) mi mente empieza a desconectar y empiezo a fijarme y a pensar en Vanessa. Es verdad que nos conocemos hace poco tiempo, pero no necesito un lustro para saber que entre nosotros hay cierta conexión y una atracción sexual no resuelta. Nos encanta jugar y dejarnos llevar por el morbo, pero es cierto que nunca hemos ido más lejos. Es en ese preciso momento cuando caigo en el mando que me ha dado: es simple y sólo tiene dos botones: + y -; me pregunto si tendrá que ver con las finanzas, pero pronto me daré cuenta que nada más lejos de la realidad. 

Aprieto el + un par de veces y no sucede nada, hasta que levanto la mirada y allí están sus ojos clavándose en mí, vuelvo a apretar el + y me lanza un beso disimuladamente, se vuelve a girar hacia el orador y noto que esta vez su postura es más relajada, abriendo tímidamente sus piernas y poniendo sus manos en sus muslos. Intuyo para qué sirve el + y entiendo el juego, dejo que siga en funcionamiento un rato hasta imaginar cómo su temperatura debe subir por momentos como una caldera a presión. Antes de llegar al punto de ebullición, ella decide quitarse la chaqueta y es cuando decido darle un respiro y bajar la intensidad pulsando el -. Al cabo de un rato, ella se vuelve a girar y noto con su mirada que está pidiéndome más. Puedo ver cómo los últimos rayos de sol iluminan su blusa, claramente sus pechos están sostenidos únicamente por la gravedad, y es como si los botones fueran a salir disparados. Yo cumplo su deseo y aprieto con fuerza el +. Me mira y se muerde los labios. Mi dedo se ha quedado pegado al botón y veo como ella empieza a derretirse en la silla. Cada vez tiene las piernas más abiertas y ya no sabe qué hacer con las manos, a veces parece que rozan sus pezones, otras veces parece que presionan su sexo, claramente desde la distancia puedo notar como su excitación va in crescendo.  Pasan 3 o 4 minutos y de repente se levanta a duras penas para dirigirse fuera de la sala. Es tan hermosa que todo el aforo se gira mientras sus curvas se dirigen al baño, hasta el orador hace una pausa siendo consciente que en ese momento ni él tiene la atención.  Brrrr, brrrr recibo otro mensaje: "ya lo puedes apagar, estoy tan mojada que he tenido que venir al baño a quitarme mi ropa interior y estoy deseando que vengas a partirme en dos." El mensaje es acompañado de una foto desnuda de su busto voluptuoso y una cara con gesto de “te voy a comer enterito”. Ella realmente me atraía, así que no hago esperar mi respuesta; apago el mando, y únicamente pongo: "Voy. Wolf"...

Extracto del relato #1 Mi trabajo en Analytics Corporation. Si quieres saber cómo termina la historia puedes hacerlo visitando: https://bit.ly/3LPBDCT